sábado, 10 de enero de 2009

El Canto de la Diosa




Soy la gran madre, adorada por toda la creación
y existente antes de su conciencia.
Soy la fuerza femenina básica,
ilimitada y eterna.
Soy la casta Diosa de la Luna.
La señora de toda magia.
Los vientos y las hojas en movimiento cantan mi nombre.
Uso la media luna sobre mi frente,
y mis pies descansan sobre los cielos estrellados.
Soy los misterios aún no resueltos,
un camino recién acometido.
Soy un campo no tocado por el arado.
Regocíjense en mí y conozcan la plenitud de la juventud.
Soy la madre bendita, la amable
Señora de las cosechas.
Estoy vestida con la profunda y fresca maravilla de la tierra
y el oro de los campos llenos de granos.
Las mareas de la tierra son regidas por mi;
todas las cosas se realizan de acuerdo a mi estación.
Soy refugio y curación.
Soy la madre dadora de vida, maravillosamente fértil.
Adórenme como la anciana sabia,
guardiana del continuo ciclo de muerte y renacimiento.
Soy la rueda, la sombra de la Luna.
Gobierno las mareas de mujeres y hombres,
y doy liberación y renovación a almas abatidas.
Aunque la oscuridad de la muerte es mi dominio,
la alegría del renacimiento es mi regalo.
Soy la Diosa de la Luna, la Tierra y los mares.
Mis nombres fortalezas son múltiples,
Vierto, magia y poder, paz y sabiduría.
Soy la eterna doncella,
Madre de todo y anciana de la oscuridad
y les doy bendiciones de amor ilimitado.




BENDITA LA GRAN DAMA.

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