lunes, 20 de octubre de 2008


UN GRANITO DE ARENA POR EL PLANETA


Hoy, una querida hermana wiccana me pregunto: ¿Crees que exista futuro para el planeta?
Me ha dejado pensando, pues en medio de tanta violencia, guerra, destrucción, muerte, mentira, robo, fanatismo, calentamiento global y destrucción de los recursos, realmente no pareciera existir futuro para la vida en el planeta, al menos no tal y como la conocemos hasta ahora.

¿Es cierto que existe un futuro?

¿Podemos lo seres humanos cambiar salvando al planeta y salvándonos nosotros?

¿Será posible enterrar tanta maldad?

Yo pienso que sí. Quiero pensar que aún en medio de la guerra existen personas con la suficiente fuerza y fe para terminarla. Que en medio de la deforestación, existen personas que replantan árboles para corregirla. Que en medio de la contaminación aún hay personas que se esfuerzan por reciclar y controlar el impacto que causan al planeta.

Y tengo fe y esperanza en el ser humano, porque entiendo que ncesitamos pasar por estas situaciones para evolucionar como raza. En este momento no somos ni más ni menos que la más baja raza que habita el planeta. La raza destructora, la que odia, la que mata por gusto, la que destroza la vida del planeta sin recordar que no tenemos más que este hermoso planeta para habitar.

En medio de tanto caos, aún existen personas que deseamos salvar este trozito de tierra en el universo.

¿Cómo? Esa es la pregunta. Y la verdad es que NO es difícil, pero requiere esfuerzo, un esfuerzo diario, de por vida. Es como sembrar una semilla y esperar que germine, que cresca y cuidar para siempre la planta que hemos sembrado.

Y hablando de SEMBRAR: existen áreas tan deforestadas, que se convierten en desiertos poco a poco. Sembrar árboles nativos de las zonas NO es difícil, y NO es imposible. Si cada persona del planeta sembrara aunque solo fuera un árbol, uno solo, y además lo cuidara, volveríamos a ser el planeta verde que alguna vez fue.

RECICLAJE: otra actividad en la que podemos ayudar. Es tan simple clasificar nuestros desechos para luego ser reciclados, y esa acción no toma más tiempo del que le dedicamos a desecharlos normalmente. Separando el papel, vidrio, aluminio, plástico y materia orgánica, estamos ayudando de manera increible al planeta. Y si encima le transmitimos esa cultura a nuestros familiares, amigos, vecinos e hijos, esa semilla que sembramos se convertirá en un frondoso árbol lleno de futuro.

CONTROL DEL USO ENERGÉTICO: Aquí la cosa cambia, pues estamos acostumbrados al lujo que nos brinda cierta comodidades como la electricidad. Sin embargo, el uso indiscriminado de las fuentes de energía han contribuido que nuestra dependencia sea enfermiza. El uso de fuentes eléctricas, el uso de aerosoles y otras sustáncias que han contribuido al calentamiento global, hacen que caigamos en un círculo vicioso: más calor, más artefactos que enfríen, más calentamiento.

A veces juro que miro al cielo y entre las nubes lo que veo es una calavera presagiando muerte y destrucción.

Nosotros elegimos: VIVIR O MORIR.

ENERGÍA: esta es la parte más difícil. Es la parte donde aportamos realmente algo poderoso para ayudar a mitigar el odio que se acumula en el planeta: LA ENERGÍA POSITIVA.

¿Cómo generamos energía? Lo hacemos diariamente con nuestras acciones. Ejemplo: cantamos una canción, aplaudimos, reímos a más no poder, bailamos (cuando tenemos ganas claro), oramos. Quienes saben de manejos de energía también tenemos otras formas de generarla.

Esa energía que vamos generando la podemos utilizar para ayudar al planeta a desacerse de tanta carga negativa. Imaginemos que estamos orando, abrimos nuestras manos con las palmas hacia arriba y oramos con intensidad. Al hacerlo vamos sintiendo que nuestras manos pesan; nos imaginamos una bola de energía de color rosado (armonía), o plateado (energía) o blanca (paz) en nuestras manos, es una hermosa bola que sostienen nuestras manos, al terminar de orar, la elevamos y la dejamos ir, enviándola para aliviar el odio, resentimiento, guerras, horrores que se ven hoy en día. Hacer eso NO cuesta más que unos minutos por día o por semana. Es nuestro más grande granito de arena, porque es algo nuestro que entregamos al planeta.

Solo me resta ROGARTE: "hagamos algo para salvar nuestro planeta"... no es necesario ser millonario, o pobre, analfabeto o erudito, jefe de hogar o solitario, humilde campesino o alto político. Lo único que es necesario es la fortaleza para hacerlo, la desición y la CONSTANCIA para llevarlo adelante.

Que Los Antiguos Dioses sean tu sabiduría siempre, y que este llamado caíga en tierra fértil. Gracias por tomarte el tiempo de leer este llamado de un corazón preocupado.

Astarté

agosto 2007.

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