Las figurillas de oro y plata en forma de Rana son amuletos contra enfermedades o pueden ser llevados para acelerar la recuperación de enfermedades o lesiones y también para granjearse Amores y Amistades.
El hecho de que hombres sabios de tiempos tan remotos como cuando Egipto era todavía joven proclamasen a la Rana como símbolo sagrado muestra cómo basaban sus enseñanzas en las maravillas de la Naturaleza.
Contemplaron las masas flotantes de sustancias gelatinosas de que están hechos las huevas de las Ranas y vieron los diminutos puntos que, a través de la masa transparente, despertaban a la vida y se convertían en renacuajos, criaturas sin patas, que respiraban a través de branquias y que, para todos los efectos prácticos, no eran sino peces.
Después llegó la desaparición de las agallas, el desarrollo de los pulmones y el crecimiento de las patas hasta completarse el ciclo de aquella maravillosa metamorfosis y verse a la rana respirar y andar por tierra.
La ingente cantidad de huevas puestas por una sola Rana impresionó a quienes la contemplaban, que convirtieron a la criatura en símbolo de la Abundancia y de la Fertilidad, al ver en su desarrollo cómo la fortaleza se iba formando a partir de la debilidad.
Así tipificaron la recuperación, de la enfermedad a la salud.
También se dieron cuenta de la extraordinaria longevidad de las Ranas y del enorme tiempo que podía permanecer en letargo, casi siempre enterradas lejos de la luz y del aire, y, sin embargo, capaces de despertar sin, en apariencia, haber sufrido menoscabo alguno por la experiencia.
Todo ello no hizo sino reforzar su creencia en la Vida Eterna, en el levantarse de las tumbas y, al ver cómo la Rana empezaba en un puntito, en una masa de gelatina flotante y cómo, a través de numerosos cambios, alcanzaba su total crecimiento, vieron en ella el símbolo de la Creación, del crecimiento de la Vida en el Mundo, enseñanza curiosamente sintonizada con la de los pensadores más adelantados del mundo actual.
La Rana fue consagrada a PTAH, su dios más antiguo, el Iniciador, el Creador de Todo.
En Roma, siguió creyéndose en la Rana como amuleto, pero fue dedicada a VENUS, a causa de su fertilidad y también porque, en cierto sentido, este batracio nace a partir de la espuma de las Aguas, al igual que lo había hecho la Diosa.
Por ello, Plinio dice que llevar un Amuleto en forma de Rana, tiene el poder de que el Amor perdure y de atraerse Amigos.
El hecho de que hombres sabios de tiempos tan remotos como cuando Egipto era todavía joven proclamasen a la Rana como símbolo sagrado muestra cómo basaban sus enseñanzas en las maravillas de la Naturaleza.
Contemplaron las masas flotantes de sustancias gelatinosas de que están hechos las huevas de las Ranas y vieron los diminutos puntos que, a través de la masa transparente, despertaban a la vida y se convertían en renacuajos, criaturas sin patas, que respiraban a través de branquias y que, para todos los efectos prácticos, no eran sino peces.
Después llegó la desaparición de las agallas, el desarrollo de los pulmones y el crecimiento de las patas hasta completarse el ciclo de aquella maravillosa metamorfosis y verse a la rana respirar y andar por tierra.
La ingente cantidad de huevas puestas por una sola Rana impresionó a quienes la contemplaban, que convirtieron a la criatura en símbolo de la Abundancia y de la Fertilidad, al ver en su desarrollo cómo la fortaleza se iba formando a partir de la debilidad.
Así tipificaron la recuperación, de la enfermedad a la salud.
También se dieron cuenta de la extraordinaria longevidad de las Ranas y del enorme tiempo que podía permanecer en letargo, casi siempre enterradas lejos de la luz y del aire, y, sin embargo, capaces de despertar sin, en apariencia, haber sufrido menoscabo alguno por la experiencia.
Todo ello no hizo sino reforzar su creencia en la Vida Eterna, en el levantarse de las tumbas y, al ver cómo la Rana empezaba en un puntito, en una masa de gelatina flotante y cómo, a través de numerosos cambios, alcanzaba su total crecimiento, vieron en ella el símbolo de la Creación, del crecimiento de la Vida en el Mundo, enseñanza curiosamente sintonizada con la de los pensadores más adelantados del mundo actual.
La Rana fue consagrada a PTAH, su dios más antiguo, el Iniciador, el Creador de Todo.
En Roma, siguió creyéndose en la Rana como amuleto, pero fue dedicada a VENUS, a causa de su fertilidad y también porque, en cierto sentido, este batracio nace a partir de la espuma de las Aguas, al igual que lo había hecho la Diosa.
Por ello, Plinio dice que llevar un Amuleto en forma de Rana, tiene el poder de que el Amor perdure y de atraerse Amigos.
1 comentario:
Genial post!
A veces uno pasa por alto muchas cosas sin entender el porque,
el claro ejemplo es esto de lo que escribes. La Rana no es atribuída a la abundancia nada más porque sí, sino que hay mucho más allá del simple símbolo. Lo que falta es al "lectura" como diriamos en semiótica, o bien la interpretación, como comúnmente decimos.
Muy chido!
Saludos!
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